Roll estuvo desolado por la pérdida de Rock el 27 de diciembre de 2011. Él realmente no sabía lo afortunado que era por estar bajo nuestro cariñoso cuidado a la vez, sin embargo seguir con su mantenimiento bien establecido y rutina de entrenamiento le dio un poco de consuelo y en dos semanas comenzó a corresponder el cariño incondicional que le tenemos. Lo trasladamos al establo de Rock, lo que también le dio un sentido de seguridad. Él parecía encontrar consuelo en olor de Rock.

Como Rock, Roll pasó muchas lecciones sobre la cuerda de guía haciendo sus ejercicios para los músculos principales y tiempo medido en el corral redondo para fortalecerse aún más con la esperanza de volver a equilibrar su cuerpo lo suficiente como para hacer algo de conducción ligera y monta. En marzo, él lo estaba haciendo tan bien que pensé que era hora de montarlo y empezar a hacer ejercicios de equilibrio con silla de montar. Habíamos hecho venir a nuestro veterinario y aplicó rayos X en sus patas para asegurarse de que serían lo suficientemente sólidas como para ese tipo de actividades. Él no había mostrado ninguna cojera en el año y medio que había estado con nosotros.

Todos nos sorprendimos cuando descubrimos que no sólo tenía huesos desplazados en el cuarto trasero derecho, ya que lo habíamos palpado, ¡pero en las cuatro patas! Como si eso no fuera suficiente, también tenía algunos rastros de ringbone (hueso torcido) superior e inferior. El veterinario confirmó que con su músculo base y el entrenamiento del equilibrio no había agravado el problema de sus pies y que por eso él nunca exhibió ninguna cojera… sólo una ligera torsión en su cuarto trasero derecho. Cuando le pregunté sobre si montarlo, mi veterinario me confirmó que probablemente podría llevar mi peso de manera segura al paso y al trote, pero que podría plantear problemas con el galope. También confirmó que la conducción ligera después de su nueva postura se había establecido con tal seguridad al montar, que iba a ser capaz de hacer algo de conducción ligera, mientras fuese enganchado a mi carrito de Meadowbrook.

Roll estuvo 3 semanas de baja tras los rayos X y esto resultó ser una mala decisión. Perdió cierta resistencia y se deprimió un poco porque las demás mulas no se le acercaron más. Por eso, volvimos con sus actividades regulares y le permitimos regresar a la pista entre los dos corrales. Él pudo haber atravesado la baja puerta de plástico, pero nunca se lo ofrecimos. Él simplemente estaba contento por estar cerca de sus nuevos amigos.

El miércoles 9 de mayo, Roll parecía listo para ser montado por primera vez. Yo revisé cuidadosamente todas sus clases previas de monta: aseo, virado hacia arriba mientras está de pie inmóvil, montaje cascos, pidiéndole que tome la avena de ambos lados, repetí lo mismo en el corral redondo después de que lo llevé a través del patrón que yo iría con mi asistente cercano reflejando sus movimientos…

y entonces me dispuse a montarlo.

Luego le pedí que volviese su cabeza para que advirtiese que yo estaba en su espalda..

¡Roll se comportó muy bien y estuvo perfecto! Caminó tranquilamente siguiendo a la derecha para una rotación sobre el corral redondo. Hizo una gran vuelta…

y realizó dos rotaciones más a la izquierda. ¡Él sabía qué esperar y respondió en consecuencia a la rienda al final de la lección!

Le dije que no hacía falta mucho tiempo para que diésemos paseos por los campos de la granja como las demás mulas. Se alegró mucho con orgullo y entusiasmo. ¡Es fantástico verle feliz de nuevo!