Monthly Archive for: ‘January, 2012’

  • ¿Cuál es la Gran Idea? ¡Spuds y Augie Se Visten!

    1

    ¡Comprobando los nuevos trapitos!

    Spuds y Augie vivieron otra estupenda aventura esta mañana… mira lo que dijeron.

    Augie: “Hi, Mer”

    Augie: “Hola, Mer”

    Good grooming is really important!

    ¡Un buen acicalamiento es realmente importante!

    “Hi, Mer!” “ Oh, Hi Spuds!”

    “Hola, ¡Mer!” “Oh, ¡hola Spuds!”

    "You say that's a WHAT?!!!!”

    “Y dices que eso es ¡¡¡¿QUÉ?!!!”

    "Oh, it tickles my nose…ah-chooo!"

    “Oh no, me hace cosquillas en la nariz… ¡achús!”

    "What do you think, Augie, is this your size?"

    “¿Qué piensas, Augie, es de tu talla?”

    "Boy, I don’t know about this!"

    “Chico, ¡no sé nada de esto!”

    “Maybe a little too big?”

    “¿Un poco grande quizás?”

    “Mmm…the bit’s hangin’ a little low!”

    “Mmm… ¡El bocado cuelga un poco!”

    “I can’t see, I can’t either…which way are we going?!!!!”

    “¡No puedo ver!” “¡Ni siquiera… ¿¡¡¡qué camino vamos a seguir!!!?”

    “I thought you said this was a Mini harness!!!”

    “¡¡¡Pensaba que decías que esto era un mini arnés!!!”

    “Guess we still need to go shopping!”
    “¡Creo que todavía necesitamos ir de compras!”

     

  • Una Triste Actualización de Rock y Roll

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    Adiós Rock

    Adiós a nuestro querido amigo Rock

    Todo el que ha seguido la historia de Rock y Roll sabe que ha sido una dura batalla, especialmente con Rock. Con gran pena, pero continuada inspiración, nos entristece anunciar que esta será la última actualización en la que incluyamos a nuestro gentil gigante, Rock.

    Después de una parada en el régimen de ejercicio de Rock, debida a una inflamación, decidí volver con su terapia física el día después de Navidad e hice sólo dos rondas de su patrón terapéutico. Luchador como era, él lo intentó con todas sus fuerzas, pero sus caderas se estaban escorando terriblemente a la izquierda y golpeó cada uno de los tres polos del suelo a medida que pasó por ellos la primera vez. La segunda vez, sobre los raíles del suelo, sólo golpeó dos y libró uno. La tercera vez, sólo rozó uno. Después, cuando lo devolví al corral, se tumbó inmediatamente y quedó exhausto por unos segundos antes de volverse sobre su pecho de nuevo. Fue entonces cuando advertimos la hinchazón de la corona de su pata trasera izquierda. Estaba “¡hundiéndose!”. Llamamos inmediatamente al veterinario y confirmó mi temor. La lámina se estaba separando de la pared del casco y dejando que los huesos se “hundiesen” en su casco. No pasaría mucho hasta que le siguiesen las demás patas. Estaba claro que estaba agonizando y que tendría que ser sacrificado. Por supuesto, era lunes, día festivo, y no había negocios abiertos, ni siquiera el desollador. Le sugerí al veterinario que me gustaría hacer una necropsia para saber a qué nos enfrentábamos y para salvar su esqueleto con fines didácticos. Mi veterinario dijo que debería consultar con la CSU, pero que estarían de vacaciones hasta el 17 de enero. Sabía que Rock no aguantaría mucho más y me rendí al hecho de que tendría que llamar al desollador. Por eso, mi veterinario lo llenó de anti-inflamatorios y dijo que volvería al día siguiente por la tarde.

    Al día siguiente, mi veterinario llamó y dijo que el presidente de la CSU estaba de acuerdo en reunir un equipo para realizar la necropsia y conservación del esqueleto. Pensó que quizás podría ensamblarse el esqueleto este verano como proyecto para los internos de veterinaria. Después de decir adiós, nos llegó el momento de dejarle marchar. Rock dio entonces sus últimos pasos rodeado de su familia del Lucky Three esa tarde.

    Cuando llegó la necropsia, no mostró una fractura en la pelvis de Rock, como pensábamos, sino múltiples fracturas en la articulación de la cadera. La mayor parte de la cavidad de la articulación se había desplazado casi completamente al fondo, con un hueco del tamaño de una moneda en la parte superior. La cabeza del fémur no tenía ya cartílago y había fibrosis y quistes por toda la raíz del fémur. Era una cantidad increíble de heridas para una sola mula.

    Cada día, durante todo el año, recé por un milagro para Rock y cada vez que recé, él se puso bien por un tiempo. Me pregunté por qué Dios no nos había concedido otro milagro dejándole vivir. Pero me di cuenta que YO HABÍA TENIDO un milagro. El milagro era que nuestro valiente y noble Rock había podido vivir con buena calidad de vida durante un año más… lo que probó que nuestra terapia puede funcionar… y que vivió lo suficiente de modo que su hermano de 20 años, Roll, ¡podía relacionarse con personas que lo querrían y cuidarían el resto de su vida!

    ¡Dios te bendiga, Rock! Todos te echaremos de menos y damos gracias a todo lo que nos has enseñado.