La mula de tiro Rock avanza un nuevo paso en su proceso de rehabilitación.

Rock y Roll lo hicieron relativamente bien durante la mayor parte del verano, pero a medida que se sintieron mejor, se volvieron más pendencieros y empezaron a pelearse entre ellos. Una tarde hace varias semanas, Rock vino con una pequeña herida delante, pero no le dimos importancia porque este ya había pasado antes. A la mañana siguiente, sin embargo, ¡salimos y encontramos a Rock encogido y temblando sobre sus cuatro patas! Inmediatamente llamamos al quiropráctico porque estaba claro que se había hecho algo en su pata izquierda trasera, que era la única pata izquierda sana de su cuerpo. El quiropráctico no pudo hacerlo hasta más tarde esa tarde, pero Rock recibió un masaje ese día. No pareció ayudarle mucho. Cuando el quiropráctico llegó finalmente, trato de estirar un poco las articulaciones de su pata izquierda trasera, pero eso en realidad no solucionó el problema. A la mañana siguiente, volvió y sugirió que hiciésemos una reunión con el quiropráctico/D.V.M de la Universidad del Estado de Colorado. También llamamos a todos los que trataban a Rock: su veterinario, su masajista equino, su marido (también un D.V.M), el administrador de nuestro rancho y yo.

Sospecho que la herida de Rock tuvo lugar porque él y Roll probablemente estaban jugando y se pusieron muy violentos entre ellos. Rock probablemente se tropezó con las botas temporales que llevaba que estaban ideadas para un caballo de tiro (redondas y no oblongas como un pie de mula). Se acordó en el diagnóstico que la laminitis de Rock estaba causando casi toda la incomodidad y que estaba intentando llevar todo el peso sobre una zona inflamada entre la articulación de la cadera y la de la pata. Rock tuvo grandes heridas en su menudillo, las rodillas y los corvejones que necesitaron ser vendadas para prevenir daños mayores. Ya que Rock había pasado mucho de este tiempo anterior a venir aquí en descanso y con Bute, no sentí que este fuese el mejor curso de acción para él, ya que el movimiento parecía mejorar su condición cuando llegó por primera vez.

El Bute con el que se le trató antes de venir aquí le había causado problemas en su tracto digestivo. Sentí que era arriesgado continuar con el Bute de nuevo, por lo que lo terminamos después del noveno día de dosis. El Bute también pude enmascarar cualquier otro problema que pudiese tener. En la medida en que no tenía muchos dolores, decidí modificar su régimen incluyendo en su adiestramiento el caminar hacia y desde la zanja de hielo que el administrador de mi rancho creó para él. Caminó por el campo de doma de arena sobre sus cuatro polos de PVC de 1” y luego abrimos dos puertas con un círculo a la derecha en cada puerta. Entonces su marcha se aflojó y él procedió en la zanja de hielo durante 20 minutos sobre sus patas delanteras y 10 minutos sobre las traseras y las delanteras. Se ponía ansioso por dejar sus patas traseras dentro mucho tiempo. ¿Por qué? ¡Probablemente porque tiene zapatos detrás y se enfrían muy rápidamente e imagino que las uñas que los aguantan tampoco resultan muy cómodas! Entonces él regresó por el mismo curso, sólo que esta vez yendo a través de las puertas con vueltas a la izquierda.

¡La mula de tiro Rock está de vuelta para recuperarse!

El ejercicio moderado y el hielo realmente han ayudado y Rock está de nuevo en el camino para recuperarse. Cuando se hace llagas y no quiere cargar sobre las patas delanteras, le aplicamos hielo para calmar la laminitis y está funcionando muy bien. Ha dejado de tumbarse mucho y está actuando con más normalidad. Las llagas tanto bajo sus vendas como sobre su cuerpo en las zonas que no pudimos vendar están finalmente curándose. Necesitaré continuar vendando estas zonas hasta que estemos seguros de que esté fuerte de nuevo en 3 de sus patas y moderadamente fuerte en la pata derecha trasera con la vieja fractura de la pelvis. Rock  y Roll fueron separados para mantener a Rock a salvo, pero siguen disfrutando de la compañía del otro en los establos colindantes y carreros y en los corrales colindantes. Cuando se trata de rescatar animales siempre hay un paso adelante y varios atrás, pero con fe, esperanza y un poco ayuda de amigos y profesionales con experiencia, ¡pueden hacerse milagros! ¡Sólo tiene que CREER!